Antonio Alcàsser

Press / Prensa


EL PUNT - 03.2000
Passengers of life

The journey as a metaphor of life is constant in all the cultures of the world and it has been an almost omnipresent subject in the field of the art and of the literature. Travelling can be interpreted as an inner search and of search for our surroundings; it is in this sense that we see and understand the exhibition presented to us by Antonio Alcàsser in the MAM of Tarragona. The exhibit is structured in two parts: at first a room in which we find a series of pictures of anonymous characters integrated into a mural set, and a second part consisting of four large works titled 'Big Sea of Words I, II, III and IV. A dream in two stages, that we can call beginning and end of a path, but in the middle there are other parts, but although they are not on show, they can be seen in the catalogue.

We will attempt now to approach us to these works. There is another element that we have not mentioned and that is of interest in the first room: we refer to a boat - real, not metaphorical - that is part of the assemblage. Undoubtedly, the artist has wanted to help the viewer to undertake his / her own particular journey, that can be carried out in the museum space itself and can go beyond where the imagination and the art can take you. Each one is free to choose his / her own ticket. The boat and the journey constitute a whole in which the traveller is an essential part. Antonio Alcàsser has portrayed a number of his friends and acquaintances, that have wanted their image to form part of this crossing. Black and white images, that the artist has manipulated and has printed on paper; life characters whom with time get blurred, diluted and transformed into words.

It is a black and white process that manages to make present time and memory which endows the men and women with more presence, who seem to be and not to be. Somehow they are there because life has brought them here.

Here the boat takes on its full symbolic character, as much the broad meaning as the symbolic one of a passage through life and death and also, as pointed out Chevalier, the boat like the carriage or the home is a symbol of the body and the vehicle of existence.

But a journey also implies transformation and this has several interpretations. The most important is that of life; here is the common factor between these symbols. The boat is understood as well as the matricial generating element, which accompanies us and suffers with us our own mutations.

In the uncertainty, it is like a friend, a friend who has always been on your side and who brings you the necessary security to continue ahead, to go on with the journey. And where do these characters go? The artist does not give us an answer, it is not his objective, but has shown us part of the changes that we have mentioned. Because they have happened in a new stage, has he tells us, in a sea of words. We find ourselves in a world of confusion. In a world where everything is communication, but which does not always reaches everyone. It is a world falsely globalized.

To create these works Antonio Alcàsser used ribbons of printers, magnetic tapes. He uses elements of last generation, along with a very refined plastic treatment in which he contrasts order with the confusion of the graphical signs.

Let us go back to the symbolic level, where the journey is understood as the search for the truth, a search that in order to be true has to start within each one of us. Here the boatman leaves us, in front of a wall full of misunderstood messages.

This is the end on the journey or the beginning of another adventure, everything depends on us and on our desire to undertake a new journey, where each moment is what life really is.
© Antonio Salcedo, EL PUNT

See work: Filtre de temps

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EL PUNT - 03.2000
Pasajeros de la vida

El viaje entendido como una metáfora de la vida es una constante en todos los pueblos de la tierra y ha sido un tema casi omnipresente en el campo del arte y de la literatura. Viajar se puede entender como una búsqueda de sí mismo y de lo que te rodea, es este sentido lo que nosotros vemos y entendemos en la exposición que nos presenta Antonio Alcàsser en el MAM de Tarragona. El recorrido está estructurado en dos partes: una primera sala en la cual encontramos una serie de fotografías de personajes anónimos, que integran un conjunto mural, y una segunda, con cuatro obras grande formado tituladas 'Gran Mar de Palabras I, II, III y IV. Sueño en dos etapas, que podemos llamar inicio y final de un camino, pero en medio hay otras, de las cuales, si bien no están representadas en la muestra, tenemos constancia en el catálogo.

Intentaremos ahora acercarnos a estas obras. Hay en la primera sala otro elemento que no hemos mencionado y que toma un interés singular: nos referimos a una barca - real, no metafórica - que forma parte del montaje expositivo. Sin lugar a dudas, el artista ha querido ayudar al espectador a hacer su propio y particular viaje, que se puede realizar dentro del espacio museístico e ir más allá donde la imaginación y el arte te puedan llevar. Cada uno es libre de escoger su billete. La barca y el viaje conforman un todo en el cual los viajeros son un componente esencial. Antonio Alcàsser ha retratado un buen número de sus amigos y conocidos, que han querido que su imagen formas parte de esta travesía. Imágenes en blanco negro, que el artista ha manipulado y ha estampado sobre papel, personajes de la vida que al pasar se van desdibujando, diluyendo y transformando hasta devenir palabras.

Es un proceso que se da en blanco y negro, con lo que consigue que el tiempo y el recuerdo se hagan presentes y con lo que dota de una mayor presencia los hombres y mujeres, que parecen ser y no ser. De alguna manera allí sueño, porque la vida los ha llevado traído.

Aquí la barca coge de pleno su carácter simbólico, tanto el genérico como símbolo de travesía tanto de la vida como de la muerte y también, cono señala Chevalier, la barca cum el carro o la casa es símbolo del cuerpo y vehículo de la existencia.

Pero un viaje también implica transformación y ésta tiene diversas lecturas. La más importante es la de la vida; de aquí la interrelación que tenemos entre éstos símbolo. La barca entendida también como el elemento generador matricial, que nos acompaña y va sufriendo de forma conjunta nuestras propias mutaciones.

Dentro de la incertidumbre, es como la persona amiga, la persona amada que siempre ha estado en tu lado y que te aporta la seguridad necesaria para continuar adelante, para proseguir el viaje. ¿Y dónde van estos personajes? El artista no nos da ninguna respuesta, no es su objetivo, pero nos ha mostrado parte de los cambios que hemos comentado. Porque en una nueva etapa han ocurrido, como nos dice, en un mar de palabras. Nos encontramos en un mundo de confusión. En un mundo donde todo es comunicación, pero que no siempre llega a todo el mundo. Es un mundo falsamente globalizado.

Para crear estas obras Antonio Alcàsser ha utilizado cintas de impresora, cintas magnéticas. Utiliza elementos de última generación, con un tratamiento plástico muy refinado en el cual contrasta la orden con la confusión de los signos gráficos.

Volvemos a acudir al nivel simbólico, en el cual el viaje es entendido como una búsqueda de la verdad, una búsqueda que para ser autentica tiene que empezar dentro de cada uno de nosotros. Aquí nos deja al barquero, delante de un muro, delante de una pared llena de mensajes incomprendidos.

Éste es el final del viaje o el inicio de otro aventura, todo depende de nosotros y de nuestro deseo de emprender un nuevo viaje, que cada instante sea lo que realmente es la vida.
© Antonio Salcedo, EL PUNT

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EL PUNT - 03.2000
Passatgers de la vida

El viatge entès com una metàfora de la vida és una constant en totes los pobles de la terra i ha estat un tema gairebé omnipresent en el camp de l'art i de la literatura. Viatjar es pot entendre com una recerca de si mateix i del que t'envolta, es aquest sentit el que nosaltres veiem i entenem en l'exposició que ens presenta Antonio Alcàsser al MAM de Tarragona. El recorregut està estructurat en dues parts: una primera sala en la qual trobem una sèrie de fotografies de personatges anònims, que integren un conjunt mural, i una segona, amb quatre obres de gran format titulades 'Gran Mar de Paraules I, II, III i IV. Son dues etapes, que podem anomenar inici i final d'un camí, però al mig n'hi ha d'altres, de les quals, si bé no estan representades a la mostra, en tenim constància al catàleg.

Intentarem ara apropar-nos a aquestes obres. Hi ha a la primera sala un altre element que no hem mencionat i que pren un interès singular: ens referim a una barca - real, no metafòrica - que forma part del muntatge expositiu. Sense cap dubte, l'artista ha volgut ajudar l'espectador a fer el seu propi i particular viatge, que es pot realitzar dins de l'espai museístic a anar més enllà on la imaginació i l'art et puguin portar. Cadascú es lliure de triar el seu bitllet. La barca e el viatge conformen un tot en el qual els viatgers són un component essencial. Antonio Alcàsser ha retratat un bon nombre dels seus amics i coneguts, que han volgut que la seva imatge formes part d'aquesta travessia. Imatges en blanc negre, que l'artista ha manipulat i ha estampat sobre paper, personatges de la vida que en passar es van desdibuixant, diluint i transformant fins a esdevenir paraules.

Es un proces que es dona en blanc i negre, amb el que aconsegueix que el temps i el record es facin presents i amb el que dota d'una major presència els homes i dones, que semblen ser i no ser. D'alguna manera hi son, perquè la vida els ha portat.

Aquí la barca agafa de ple el seu caràcter simbòlic, tant el generíc com a símbol de travessia tant de la vida com de la mort i també, con assenyala Chevalier, la barca cum el carro o la casa és símbol del cos i vehicle de l'existència.

Peró un viatge també implica transformació i aquesta té diverses lectures. La mes important és la de la vida; d'aquí la interrelació que tenim entre aquests símbol. La barca entesa també com l'element generador matricial, que ens acompanya i va patint de forma conjunta les nostres pròpies mutacions.

Dins de la incertesa, és com la persona amiga, la persona estimada que sempre ha estat al teu costat i que t'aporta la seguretat necessària per continuar endavant, per prosseguir el viatge. I on van aquests personatges? L'artista no ens dóna cap resposta, no és el seu objectiu, però ens ha mostrat part dels canvis que hem comentat. Perquè en una nova etapa han esdevingut, com ens diu, en un mar de mots. Ens trobem en un món de confusió. En un món que tot és comunicació, però que no sempre arriba a tothom. Ès un món falsament globalitzat.

Per crear aquestes obres Antonio Alcàsser ha fet servir cintes d'impressora, cintes magnètiques. Utilitza elements de darrera generació, amb un tractament plàstic molt refinat en el qual contrasta l'ordre amb la confusió dels signes gràfics.

Tornem a acudir al nivell simbòlic, en el qual el viatge és entès com una recerca de la veritat, una recerca que per ser autentica ha de començar dins de cadascú de nosaltres. Aquí ens deixa el barquer, davant d'un mur, davant d'una paret plena de missatges incompresos.

Aquest es el final del viatge o l'inici d'un altre aventura, tot depèn de nosaltres i del nostre desig d'emprendre un nou viatge, que en darrera instancia es el que realment és la vida.
© Antonio Salcedo, EL PUNT

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